La Unión Europea lidera la producción mundial de pellets, con 20,7 millones de toneladas alcanzadas en 2023, algo por debajo de la demanda, que ascendió a 21,9 millones de toneladas. Si sumamos a estas cifras las del mercado británico, Europa disminuyó su consumo pasando de las 32,1 millones de toneladas a las 30,1 millones, según Bioenergy Europe, una contracción que tiene que ver con la volatilidad de los precios de los pellets industriales sucedida tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia. A pesar de que los precios se han estabilizado, siguen siendo más altos que en los años precedentes.
El dato contrasta con el sector doméstico y de servicios, que se muestran estables y que representaron en 2023 el 59% del consumo total de pellets, convirtiéndose en el principal motor del sector.
Las claves de esta evolución han sido por una parte la Certificación de calidad ENplus, fundamental para garantizar la calidad y fiabilidad de los pellets, generando confianza entre los consumidores y promoviendo el uso de este biocombustible; la estabilidad del consumo residencial de pellets y la resiliencia frente a las crisis: el mercado de los pellets ha demostrado su capacidad para adaptarse a las fluctuaciones del mercado energético y a las interrupciones en el suministro, consolidando su posición como una fuente de energía confiable.
Entre los desafíos a los que se enfrenta la industria del pellet está la reducción de las cargas administrativas: Bioenergy Europe insta a las instituciones europeas a simplificar los trámites burocráticos asociados a la producción y comercialización de pellets, facilitando así el desarrollo del sector. Además, el informe indica que es necesario ampliar los programas de incentivos para la sustitución de sistemas de calefacción obsoletos por equipos de pellets, promoviendo así la eficiencia energética y la reducción de emisiones. Por otra parte, Bioenergy Europe aboga por el reconocimiento del potencial de los pellets combinados con tecnologías de captura y almacenamiento de carbono (BECCS) para alcanzar la neutralidad climática en 2050.
Fuente: https://bioenergyeurope.org/statistical-reports/
