Lo que antes eran deshechos de su principal industria alimentaria producen ahora 4,63 Mw para abastecer a la localidad de 4.000 habitantes.
Los frecuentes cortes de energía que se producen en Argentina no afectan ya a la pequeña localidad de Ticino gracias a la biomasa, un recurso local al alcance de muchas localidades que en este caso se abastece de cáscaras de cacahuete. Para generar energía la instalación dispone de una caldera Acuotubular HLA-22x45x400, una turbina de vapor de condensación completa, un condensador, generador eléctrico, sistemas de enfriamiento y encargados de la potencia y control de la electricidad y accesorios con diversas funciones también, diseñados para los gases, agua y aire. Gracias a la combustión de la cáscara del maní se genera calor para producir vapor de alta presión y activar el generador.
De esta manera la localidad ha solucionado dos grandes problemas: los apagones y la gestión de las cáscaras de cacahuete, que han pasado de ser un residuo a una materia prima para la obtención de energía.